martes, 20 de enero de 2015

El humorista gráfico Riss (Laurent Sourisseau), herido de bala y sobreviviente del ataque terrorista islámico contra el “Charlie Hebdo”, será el nuevo director del semanario satírico


(EFE) El dibujante Laurent Sourisseau, conocido como Riss y herido de bala en la espalda durante el reciente ataque terrorista contra la redacción de Charlie Hebdo, sustituirá al fallecido Charb como director del semanario satírico.  "La noción de dirección en Charlie Hebdo es muy colectiva. Yo voy a dirigirlo, pero no lo haré solo. Estará conmigo Gérard Biard, el redactor jefe, y todo el mundo. Yo estaré para dar orientaciones, para intervenir cuando haya problemas, para motivar", comentó "Riss" aún desde el hospital en una entrevista que ha publicado este martes Le Monde.

"Había dos jefes delCharlie Hebdo”: Charb y Riss. Charb se ha ido pero Riss debe salir pronto del hospital el lunes, es lo que todos esperábamos". Dijo la semana pasada el editor Gerard Biard, en la víspera del lanzamiento del nuevo Charlie Hebdo”. El dibujante, que dirigía la redacción del semanario desde 2009 y junto con Charb era uno de los máximos accionistas, cree que tras el ataque yihadista perpetrado por los hermanos Said y Chérif Kouachi será necesario "reinventar el periódico", pero subraya que Charlie Hebdo seguirá en la misma línea.

"En lo inmediato, el objetivo es reaparecer. No hay que romper el hilo. Tenemos que ver con el equipo lo que queremos hacer. El próximo número no saldrá el 28 de enero, sino en las próximas semanas (el miércoles 4 de febrero). A más largo plazo, es necesaria una refundación. Pero hay que madurarla", comentó "Riss", de 48 años.

Una semana después del ataque terrorista del pasado 7 de enero, que dejó 12 víctimas mortales entre empleados del periódico y policías, Charlie Hebdo regresó a los quioscos con un histórico número que muestra en su portada a Mahoma sujetando un cartel de "Yo soy Charlie" y del que se imprimirán 7 millones de ejemplares. Riss estando hospitalizado, participó en la edición especial del Charlie Hebdo”: Dibujó dos bocetos con la mano izquierda, que muestra un dibujante y un terrorista armado.

"A pesar de la hecatombe, hay un equipo. Quizá no para hacer inmediatamente un periódico de 16 hojas, pero sí de 12... Luego está el problema del dibujo, que es capital para la identidad de 'Charlie Hebdo'. Hemos visto desaparecer a pesos pesados (como 'Cabu', 'Wolinski', 'Tignous' o 'Charb') y no encontraremos a gente tan extraordinaria de un día para otro", comentó. En ese sentido, Riss indicó que quizá parte del desafío que debe afrontar "Charlie Hebdo" pase por "formar a los dibujantes de mañana". "Tenemos que reinventar el periódico. Hay que transformar este reto en algo creativo (...). Al menos, vamos a intentarlo. Lo que lastra todo eso es pensar en los que están muertos. Pensamos en ellos todo el tiempo. Todo lo que creemos a partir de ahora, aunque sea genial, estará un poco manchado por el hecho de que ellos no estén", confesó.

El ataque terrorista islámico: Riss, que se encontraba en la redacción del semanario cuando entraron los terroristas, describió cómo vivió el ataque y los instantes posteriores. Al escuchar el primer disparo pensó que había explotado un radiador. Cuando se oyeron más ráfagas, todos los que participaban en la reunión de la redacción se pusieron de pie, notaron que algo extraño pasaba. "En ese instante entró un tipo vestido de negro con una ametralladora. Se puso frente a 'Charb'. Vi cómo los demás miraban a izquierda y derecha, quizá para buscar una salida. Estaban de pie. Yo me tiré al suelo, boca abajo. A partir de ese momento, solo escuché sonidos, que eran disparos. Nada de gritos o alaridos, solo disparos", relató.

Riss, herido en el hombro, se hizo el muerto con la esperanza de que los terroristas se fueran sin rematarle. Escuchó a los agresores hablar entre ellos para no disparar a las mujeres y para asegurarse de que habían matado a "Charb", el director del semanario. Después siguieron escuchándose disparos en la calle y comprendió que los terroristas habían salido del periódico, donde solo se escuchaban gemidos de dos supervivientes perdidos en un inmenso silencio. Después de los disparos mortales y su internamiento para el tratamiento, el  periodista permaneció "Muy ansioso con la idea de que los asesinos vendrían al hospital para acabar conmigo". A pesar de los ataques yihadistas que le costaron la vida a varios de sus compañeros y amigos, Riss llamó a no caer en la amalgama entre islam y terrorismo. "Se puede ser musulmán en una democracia, no es un problema (...). Los terroristas no tienen nada que ver con la inmensa mayoría de franceses de confesión musulmana", concluyó. (EFE).

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